GEOPOLÍTICA Los
Tsáchilas se encuentran ubicados al sur-oeste
de la provincia de Pichincha, en la parte central
del cantón Santo Domingo.
Sus
comunas se encuentran ubicadas; en las parroquias
Puerto Limón, Santo Domingo, San Jacinto
del Bua y periferia de la cabecera cantonal de
Santo Domingo de los Colorados (La Aurora).
Esta
zona corresponde a lo que se denomina montaña
baja caracterizada por suelos fértiles,
abundante vegetación, fauna variada y clima
subtropical.

TERRITORIO
TRADICIONAL Según
Paez (1984) hasta antes de 1955 los Tsáchilas
al igual que toda la zona de Santo Domingo estuvieron
débilmente integrados a la economía
y sociedad nacional.
A
partir de 1958, con la construcción de carreteras,
que atraviesan la zona uniéndola con otras
regiones del país, se inició un contacto
permanente y agresivo con la sociedad nacional.
Su
asentamiento tradicional fue paulatinamente invadido
por la colonización, desarrollada a partir
sobre todo de la década del 60.
Debido
a que estas tierras eran consideradas “baldías” desconociendo
la existencia de una población indígena,
muchos colonos llegaron para asentarse en la zona
de Santo Domingo.
A
partir del año 1964, el IERAC promovió la
colonización dirigida con el fin de impulsar
el desarrollo económico de la región,
considerada apta para el cultivo de productos destinados
a la exportación (banano, café, abacá,
palma africana, etc). Se adjudicaron títulos
de propiedad a pequeñas familias y a grandes
empresas agroindustriales. Después de 20
años de producción esta zona se ha
convertido en una de las regiones agrícolas
y ganaderas más importantes del país
y la ciudad de Santo Domingo en un importante centro
de comercio.
Hoy
constituye un eje económico de relación
entre la Costa y la Sierra y centro de acopio y
mercado de productos, en el cual se asientan empresas
ganaderas, agroindustriales, plantaciones de palma
y fábricas de procesamiento de aceites vegetales.

TERRITORIO/TIERRAS
- LEGALIZACION Dispone
de 19.119 ha (una ínfima parte de su territorio
ancestral) legalizadas por la comunidad.
Al
momento conservan de ellas sólo 9 060 ha,
mientras que 9 940ha restantes han sido invadidas
por colonos, que siguen ampliando sus dominios
sin respetar el derecho de posesión y adjudicación
legalizado por el Estado.
Este
contexto de cambios suscitados en esta zona, para
con el pueblo Tsáchila que tradicionalmente
había estado organizado en base a la familia
ampliada con una subsistencia basada en la agricultura,
caza, pesca y recolección enfrentó un
proceso
acelerado de transformaciones.
La
adjudicación sombria y prepotente de tierras
a colonos y ha ciertas empresas, sumada a la invanción
ilegal, corrupta y organizada de ciertos lideres
comunales y sociopolíticos, limitó el
control territorial de los Tsáchila que
cambiaron el sistema de usufructo por la propiedad
jurídica, tratando asi de protejer sus ancestrales
territorios para sus futuras generaciones. Para
esto, adoptaron la forma organizativa de comuna
que alteró su estructura tradicional; el
nuevo patrón de poblamiento (nucleado) fragmentó a
los grupos familiares y rompió la unidad
geográfica pues las tierras entregadas a
las comunidades están separadas por las
propiedades de los colonos.
Los
casos más críticos son los de la
comuna Otongo Mapalí que perdió 2
378 ha de las 2 878 ha que le fueron adjudicadas,
y de la Comuna Filomena Aguavil (Taguaza) que perdieron
136 ha de las 180 ha adjudicadas por el Estado;
en esta última se asienta un grupo de 12
jefes de familia, con un total de 28 Tsáchilas
y se encuentra en proceso de desaparición
debido a que los propios líderes negocian
sus parcelas.

FUENTE:
CODENPE & ECMX |